VISCOSA - SOSTENIBLE COMO TENCEL™ Y REFIBRA™

¡Nuestros tejidos de Tencel™ llevan con nosotros desde 2019 y son nuestra respuesta a la enorme demanda de uno de los materiales más cómodos que existen en la actualidad! El proceso de lyocell utilizado en la fabricación de Tencel™ es un proceso muy sostenible que solo utiliza dos pasos de proceso y un disolvente no tóxico, y se puede suministrar el 99% del disolvente y el agua utilizados en el proceso. Detrás de la gran innovación de los últimos años está la empresa austriaca Lenzing. Como sociedad anónima con más de 6.000 empleados, muchos emplazamientos en todo el mundo y la producción de unas 67.000 toneladas de fibras de celulosa al año, Lenzing es más bien lo que se llama un gran actor. Con Lenzing, tenemos a nuestro lado un socio fiable, que está bien conectado, opera de forma absolutamente profesional y desarrolla estrategias innovadoras de circuito cerrado. La empresa prácticamente no conoce nada de "productos de desecho": Casi todos los disolventes y emisiones pueden recuperarse o desmantelarse. El consumo de agua en la producción de lyocell es aproximadamente un 80% menor que en el procesamiento convencional del algodón. Y lo que se crea es realmente fantástico. Es transpirable, absorbe mejor la humedad, es antibacteriano y no contiene lejía. Tiene un aspecto precioso, es de altísima calidad, se cae perfectamente y puede, a su vez, reciclarse de nuevo para pensar en el bucle hasta el final.

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FUTURO EN EL BOSQUE

Nuestros nuevos tejidos Refibra™ son ante todo una cosa: bonitos, muy cómodos de llevar y parte de una nueva generación de fibras que dan un gran paso hacia la economía circular. La planificación de la cartera de productos no siempre es algo fácil: por un lado, nos gustaría incluir en la familia Lebenskleidung solo sustancias que se produzcan ahorrando recursos, que lleguen a nosotros sin largas rutas de transporte y que, además, hagan justicia a las numerosas innovaciones que existen. Por lo tanto, es realmente nuestro deber no sólo conocer cada nueva fibra, sino también tener claro si podemos y queremos trabajar con ella. Por otro lado, esto también significa que tenemos que decidir una y otra vez con qué socios de pro- ducción queremos cooperar, una cresta que a veces es más estrecha de lo que se puede imaginar. Nuestros nuevos tejidos Refibra™ son ante todo una cosa: bonitos, muy cómodos de llevar y parte de una nueva generación de fibras que dan un gran paso hacia las economías circulares. Refibra™ está hecha de una mezcla de virutas de madera y -de ahí su nombre- de mezclas de algodón de la industria de la confección, que de otro modo serían desechadas y a las que aquí se les da la oportunidad de dar sus viejas vidas a una nueva fibra.

En pocas palabras: Lyocell + residuos de corte de algodón reciclado = Refibra™. Los beneficios medioambientales de este proceso de fabricación son evidentes. No sólo el proceso de lyocell en sí mismo es un procedimiento de libro, que tiene lugar en sólo dos etapas de proceso y con un disolvente no tóxico y en el que el 99% del disolvente y el agua utilizados pueden introducirse repetidamente en el proceso de producción. Además, y esta es la verdadera innovación, los materiales del flujo de residuos -las mezclas de algodón- se derivan y aprovechan en otro lugar, reduciendo la cantidad de materias primas necesarias. Como todo esto suena muy convincente, pero al mismo tiempo bastante técnico, nos gustaría compartir con ustedes lo que hizo más difícil la decisión. El eje aquí es la empresa austriaca Lenzing, que está detrás de la Refibra™ y que la mayoría de ustedes probablemente haya conocido por su marca premium Tencel, la hermana pequeña de la Refibra™.

Como sociedad anónima con más de 6.000 empleados, muchas sedes en todo el mundo y la producción de unas 67.000 toneladas de fibras de celulosa al año, Lenzing es más bien lo que se podría llamar un gran actor. Esto no es malo, sino todo lo contrario, pero nos aporta tanto ventajas como desventajas. Primero, lo bueno: Con Lenzing tenemos a nuestro lado un socio de confianza que está bien conectado, es absolutamente profesional y trabaja constantemente en el desarrollo de estrategias de circuito cerrado. La empresa prácticamente no conoce nada de "productos de desecho": Casi todos los disolventes y emisiones pueden recuperarse o desmantelarse.